En la crisis actual cada puesto de trabajo perdido representa un drama humano, y hasta el momento se han perdido 40 millones de empleos y 64 millones de personas se han encontrado sumidas en la más extrema pobreza, además el número de personas con trabajo precario asciende a 1.450 millones.
Nos alejamos del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, lejos de reducir el número de personas que vivían en la pobreza absoluta 800 millones hemos pasado a 1.000 millones, los fondos que se deberían haber destinado a alcanzar estos objetivos se han dedicado al salvar el sistema financiero
Pensamos que la prioridad es situar en primer lugar a las personas, y por tanto al empleo y a las prestaciones sociales, la defensa de los servicios públicos, en particular la educación y la salud, y el derecho a la negociación colectiva.
Proponemos:
- Un Pacto por el Empleo.
- Un Pacto de rentas y de control del beneficio empresarial, que incorpore un cambio de modelo productivo; una apuesta por la industria y un plan de vivienda entre otros.
- Un moderado crecimiento de los salarios debe tener como contrapartida la regulación de los precios de productos como la electricidad, el gas, alimentos básicos y transporte, cuya incidencia repercute en mayor medida en las economías más modestas
- Un pacto fiscal para combatir el fraude fiscal; instaurar un impuesto sobre las entidades de crédito; controlar las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV); recuperar los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones; mejorar la aportación de todos los niveles de ingresos y fuentes de renta en el IRPF, estableciendo una tarifa progresiva de tipos de gravamen entre el 18 y el 25% para las rentas de capital, un tipo de gravamen específico para las rentas de trabajo y actividades superiores a 500.000 euros, y el desarrollo de una fiscalidad verde.
- La reforma del sistema financiero que debe alcanzar a la UE, ya que el Banco Central tiene que bajar los tipos de interés, establecer una tasa a las transacciones financieras; renegociar la deuda con las personas y empresas que no puedan pagar las cuotas ampliando plazos y evitando intereses elevados, y facilitando la concesión de crédito a las familias, autónomos y pequeñas empresas.
A través del empleo decente y con derechos laborales hay que apoyar en primer lugar a aquellos colectivos que más están sufriendo.
Los tres mensajes centrales lanzados por las organizaciones sindicales son:
Crecimiento y puestos de trabajo decente, esenciales para superar la crisis y poner fin a la pobreza.
Los servicios públicos de calidad son fundamentales para la vida decente y no deben ser recortados en aras de la consolidación fiscal;
El sector financiero ha de pagar por el daño que ha causado.